Una mujer graba en secreto a un niño adoptado que no era quien decía ser

La llegada de Esther se celebró a lo grande. Los Smith organizaron una animada fiesta de bienvenida, llenando la casa de globos, música y charlas. Familiares y amigos se reunieron, ansiosos por conocer a la niña que ya se había convertido en el corazón de la casa.

Victor y Arthur abrazaron a su nueva hermana con entusiasmo, haciéndola participar en sus juegos y compartiendo sus juguetes sin vacilar. Su entusiasmo era contagioso y Veronica sintió una abrumadora satisfacción al ver a sus hijos estrechar lazos. Por fin sentía que su vida estaba completa.