Estas rayas son los héroes anónimos que evitan que la toalla se deshilache y mantienen su integridad a lo largo del tiempo. Así que, la próxima vez que notes esa parte ligeramente áspera y te preguntes por qué no está toda esponjosa, recuerda que es la forma que tiene la toalla de decirte: «¡Te cubro las espaldas!»
Esta sencilla pero importante característica también reduce el riesgo de sufrir molestas afecciones como las infecciones por hongos y las infecciones del tracto urinario. Así que ese pequeño bolsillo en tu ropa interior no es raro ni innecesario; ¡está ahí para mantener a las mujeres sanas y cómodas!