Durante el día, se enfrentaba a reuniones consecutivas, cada una de las cuales requería su máxima atención y experiencia. Las tardes no eran menos ajetreadas, repletas de eventos de networking y sesiones estratégicas nocturnas con su equipo.
A pesar del agotamiento, Jason se sentía realizado. Había conseguido un negocio prometedor, prueba de su esfuerzo y perseverancia. Eran estos raros momentos de éxito los que le recordaban por qué soportaba una carrera tan exigente.