Un hombre sigue a un alce herido en el bosque: ¡lo que descubre a continuación pone su vida patas arriba!

El horror de Jacob aumentó. El bosque no sólo estaba siendo perturbado: estaba siendo destripado. Los trabajadores se movieron rápidamente, cargando la mercancía con urgencia. No se trataba de una destrucción imprudente. Era deliberada, metódica. Se había topado con algo mucho más grande de lo que había previsto.

Jacob estiró el cuello y avanzó para ver mejor el lugar. Su corazón latía con fuerza mientras intentaba captar todos los detalles. Pero al mover el peso, su pie resbaló. El barro que había bajo la roca era resbaladizo y, antes de que pudiera recuperarse, resbaló y cayó con un fuerte golpe.