Un perro no deja de mirar a la pared – El vecino se horroriza al descubrir la verdad

La casa era vieja y destartalada, con la pintura desconchada y las contraventanas caídas. El jardín estaba lleno de malas hierbas y enredaderas, lo que hacía pensar que había estado descuidado durante mucho tiempo. Todo ello contribuía a la sensación general de abandono que rodeaba la propiedad.

Los lugareños llevaban mucho tiempo cotilleando sobre el Sr. Carlton, compartiendo historias basadas en su extraño comportamiento y en el inusual ambiente que le rodeaba. Algunos afirmaban haberlo visto merodear por su jardín a horas intempestivas, con su silueta moviéndose como una sombra entre los arbustos cubiertos de maleza.