Mientras Pradeep se paseaba por el pasillo del hospital, esperando ansioso noticias del quirófano, repetía en su mente aquel precioso recuerdo. No podían convencerle de que aquellos preciosos momentos de felicidad como una familia unida estaban destinados a ser tan fugaces. Apretó los puños con frustración y desesperación. No era justo La vida les debía algo más que este mero atisbo de felicidad
La primera semana de su nuevo capítulo fue un torbellino, un tiempo que realmente encarnaba la frase «noches sin dormir». Sin embargo, Lily no se inmutó y dedicó toda su atención al bienestar de sus gemelos, ajena al mundo que había más allá de su capullo protector. Poco a poco, empezaron a establecer un ritmo familiar, armonizado con sus necesidades y rutinas únicas.