Este hombre había llegado a su límite y dio una lección a un niño pateador de asientos y a su madre

Se aseguró de que se entendía su mensaje lanzando una mirada significativa al joven y a su madre.La madre, que antes se había mostrado testaruda, mojó ahora su ropa en agua y se la quitó con una toalla, apartando la mirada de José.

El joven dejó de patalear y se sentó tranquilamente, quizá pensando en las consecuencias de lo que había hecho antes.El asiento de detrás de José no se movió durante el resto del trayecto. No hubo más patadas.