Kevin se acercó al caimán con cautela, asegurándose de no asustarlo, y se sintió aliviado cuando pareció dejarle acercarse sin atacar. Siempre fue el más aventurero y le gustaba vivir al límite. Por eso no sorprendió a los demás que estuviera decidido a llegar al fondo del misterio, costara lo que costara.
Después de discutirlo, decidieron llamar a un veterinario local para que viniera a ayudarles.