Eran fuertes, ingeniosos y nunca temían enfrentarse a un reto. Y cuando emprendieron su última aventura, no tenían ni idea de que sería la más peligrosa y emocionante hasta la fecha.
Los chicos estaban en lo más profundo de los pantanos de Luisiana, explorando una parte de la naturaleza salvaje en la que nunca habían estado antes. Llevaban horas caminando y empezaban a cansarse. Pero, como siempre, el grupo de amigos estaba decidido a sacar el máximo partido de su viaje, y estaban ansiosos por ver qué secretos podían esconder los pantanos.