Los piratas dudaron. Al ver el uniforme de Nathan, Jack tuvo un destello de codicia en los ojos. Esto es lo que quería. Nathan se mantenía firme y confiado, con la mente llena de posibles resultados y estrategias.
Los ojos del capitán Jack se entrecerraron al percibir la determinación de Nathan. A cada segundo que pasaba, el peso del momento se intensificaba. La tripulación de Nathan, oculta pero vigilante, contuvo la respiración, lista para actuar a su señal.