Un crucero se topa con piratas, ¡pero lo que hace un valiente pasajero los deja a todos atónitos!

El corazón de Nathan latía con fuerza en su pecho, pero se obligó a mantener una expresión relajada mientras se apoyaba en la barandilla. Los dos piratas, envalentonados por la aparente facilidad de su asalto, le vieron y empezaron a acercarse, con las armas colgando a los lados.

Sonreían, seguros de su control sobre el barco y de la impotencia de sus pasajeros. A medida que se acercaban, Nathan pudo ver la codicia en sus ojos. Cuando los piratas estaban a pocos pasos, el equipo de seguridad, oculto y a la espera, entró en acción.