La extraña coincidencia nos hace preguntarnos si las empresas comparten en secreto estos estampados. Dicho esto, se pueden distinguir ligeras diferencias entre los dos diseños si te fijas bien. ¿Quizá la camiseta se inspiró en el cuenco?
Aunque sabemos que las máquinas se encargaron del plegado, no podemos evitar preguntarnos si un trabajador avispado, en medio del proceso automatizado, se dio cuenta de la extraña alineación antes de que estos periódicos se aventuraran por el mundo. En cualquier caso, estamos un poco asustados.