¿La solución? Coge bicarbonato de sodio y vinagre. Simplemente combina 1/2 taza de bicarbonato de sodio con tres o cuatro cucharadas de agua para crear una pasta. Extiende la pasta por todo el interior y déjala actuar toda la noche. Por último, rocía un poco de vinagre sobre la pasta seca y utiliza un paño húmedo y tibio para limpiar los residuos.
Todo lo que necesitas es medio limón y sal gruesa (preferiblemente Kosher). Esparce un poco de sal por toda la tabla y frota la superficie con la mitad del limón. Después de dejar reposar la solución salada-limón durante unos cinco minutos, estará lista para un lavado en condiciones