Fue sustituido por una incipiente comprensión de la gravedad y el horror de las revelaciones de Tom. La sala se puso tensa a medida que comprendían la escalofriante verdad que se escondía tras la extraña historia. Sus rostros pasaron de la diversión a la preocupación a medida que se hacía evidente el peligro potencial.
La expresión de uno de los agentes se tornó seria, y su incredulidad inicial dio paso a una sombría comprensión de la situación. La historia del crimen organizado con monos amaestrados empezaba a parecer menos descabellada y más plausible.