Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Tom mientras reconstruía el alcance de la situación. Y entonces, en medio del caos de sus pensamientos, una pregunta aterradora lo consumió: ¿Dónde estaba Mimi?
¿La habían escondido en algún lugar cercano o, peor aún, le habían hecho daño? El corazón le latía con fuerza en el pecho mientras sus ojos buscaban frenéticamente en la selva cualquier señal de su querida compañera.