Ver a su pequeño e indefenso gatito siendo arrastrado por el mono le llenó de una profunda sensación de terror. ¿Adónde podría estar llevándose el mono al gatito? Sabía que los monos no comían carne, así que ¿qué estaba pasando? Las preguntas se agolpaban en su mente, pero la perturbadora escena que tenía ante sí era abrumadora y difícil de comprender.
No podía soportar la idea de lo que podría ocurrir a continuación. Todos sus instintos le pedían a gritos que interviniera, pero la incertidumbre lo mantenía congelado y su mente se llenaba de horribles posibilidades. La imagen del mono huyendo con su gatito asustado casi le abruma.