Fue su vecina Eve quien se acercó a ellos con expresión grave, dispuesta a darles la noticia. La ansiedad invadió rápidamente la habitación mientras se preparaban para escuchar lo que tenía que decir…
Eve se había ofrecido amablemente a cuidar de Lily los días en que Jennifer y Julian estaban trabajando. Su amor genuino por los niños y su compromiso inquebrantable habían sido evidentes desde el principio. Dado el elevado coste de contratar a una niñera y su profunda preocupación por el bienestar de su recién nacida, Jennifer y Julian aceptaron la oferta de Eve sin dudarlo.