Eve, bastante mayor que Jennifer y Julian, era madre de tres hijas adultas y una abuela cariñosa. Su gran experiencia como madre era una fuente de sabiduría para la pareja. Era reconfortante tener al lado a una guía bien informada con respuestas listas para sus numerosas preguntas como padres primerizos. Eve siempre había sido una vecina estupenda, pero desde que se enteró de la llegada de su primer bebé, su vínculo se había estrechado.
Eve cogió rápidamente el teléfono después de que sonara una sola vez. Se notaba que estaba ansiosa por lo rápido que contestó. Jennifer sabía que Eve, siempre en busca de un poco de emoción, no dudó al enterarse de la noticia. Sin perder un momento, recogió sus pertenencias, preparada para acompañar a la pareja al hospital.