Durante las semanas siguientes, David y Emma se esforzaron por recuperar la confianza y fortalecer su relación. Hablaron de sus sueños y esperanzas para el futuro y compartieron sus miedos e inseguridades más profundos.
Emma se dio cuenta de que su amor era más fuerte que cualquier mentira o engaño. Había aprendido a ver a David como una persona completa, con defectos y todo, y había llegado a apreciar su resistencia y determinación ante la adversidad.