Es como si sintonizaran tu frecuencia y se convirtieran en un emoji gigante de interés. Así que la próxima vez que alguien imite tus movimientos, no seas tímido, reclínate y disfruta del espectáculo Su lenguaje corporal está cantando tus alabanzas, alto y claro.
Así que, la próxima vez que te preguntes si le gustas a alguien, lánzale un chiste tonto y comprueba si el medidor de risas se dispara. Recuerda que una sonrisa ante tu «chiste de papá» puede significar: «Vaya, eres divertidísimo… ¿y tal vez mi futura pareja para una cita nocturna?» 😉