La próxima vez que estés charlando con un guaperas, echa un vistazo a sus pupilas. ¿Grandes y bonitas? Pum, ¡tienes un posible interés amoroso! Olvídate de los juegos mentales y deja que tus ojos hablen por ti.
Esos pequeños gemidos cuentan una gran historia. Cuando los pies de alguien se abrazan en tu dirección, aunque esté charlando con otra persona, es como un código secreto de atracción latente. Su cuerpo habla, aunque su boca no lo haga