¡Bingo! Inconscientemente está comprobando tu reacción, esperando que pienses que es la persona más graciosa (y guapa) de la sala. Así que la próxima vez que un cómico en prácticas te lance una bomba de risa, fíjate en dónde caen esas risitas. Puede que descubras un flechazo en ciernes
Los expertos dicen que es un susurro subconsciente de atracción, un momento de «tal vez nosotros…» esperando a que suceda. Ahora mira a la otra pareja, con las manos escondidas como secretos ocultos. El espacio que hay entre ellos lo dice todo: no hay chispa, no hay conexión, sólo una educada distancia. Así que, la próxima vez que caminéis juntos, observa cómo se despliega la magia de las manos. Un ligero roce puede dar lugar a una historia de amor