A John se le encogió el corazón al verlos alejarse juntos. Llamó a un taxi, con la mente dándole vueltas a las preguntas. ¿Quién era ese hombre? ¿Adónde iban? La idea de una aventura le retorcía el estómago. Había confiado en ella y se había apoyado en ella en sus peores momentos.
¿Podría estar traicionándole? El coche se detuvo en una cafetería del centro de la ciudad, un lugar acogedor y exclusivo que John y Natalie habían visitado antes. Observó desde la distancia cómo ambos se sentaban en una mesa al aire libre, riendo y hablando como viejos amigos.