Preocupada por su bienestar y temiendo que algo pudiera estar muy mal, Cassandra decidió llevarlo al veterinario local, el Dr. Hanson, un hombre de mediana edad conocido por su actitud tranquila y su experiencia en el tratamiento de animales exóticos. Sin duda, algo le pasaba a su querido compañero.
Al llegar a la clínica veterinaria, el Dr. Hanson se quedó visiblemente sorprendido por el enorme tamaño de Reggie y el evidente afecto entre la serpiente y Cassandra. No pudo evitar maravillarse ante el inusual vínculo que compartían. Tras escuchar a Cassandra explicar la situación, el Dr. Hanson accedió a examinar a Reggie. Sugirió que lo más apropiado sería realizar una ecografía del abdomen de la serpiente, ya que podría haber ingerido algo inusual.