Sin embargo, con el paso de las semanas, Cassandra notó un cambio preocupante en el comportamiento de Reggie. Ya no mostraba interés por las comidas que ella le ofrecía, ya fuera pollo fresco o incluso su conejo favorito. Una mañana su comportamiento le preocupó sobremanera. ¿Qué estaba pasando?
Durante todo el día, Reggie permaneció en su cama, negándose a comer y mostrando más agitación de lo habitual, sobre todo cuando Cassandra intentó trasladarlo de nuevo al vivero. Se preguntó si sólo estaba de mal humor o se encontraba mal. Al notar algo extraño en su aspecto, se preguntó si eran imaginaciones suyas o si había cambiado de tamaño de la noche a la mañana.