Un escalofrío le recorrió la espina dorsal al darse cuenta de que su querido Reggie podría haberse estado preparando para consumirla mientras dormía. Era difícil imaginar que lo que ella había considerado un vínculo, no era más que Reggie evaluándola como una presa potencial. La idea de que hubiera contemplado si la serpiente la vigilaba por la noche le parecía ahora inquietante. En realidad, había estado observando y esperando pacientemente su próxima comida.
Cuando Cassandra salió de la clínica con Reggie, su mente se agitó con una mezcla de miedo, incredulidad y angustia. Se esforzaba por conciliar a la serpiente que amaba con el depredador descrito por el Dr. Hanson. Mientras reflexionaba sobre la situación, supo que tenía que tomar una decisión difícil. ¿Merecía la pena arriesgar su vida para mantener el vínculo que compartía con Reggie o debía tomar las precauciones necesarias para protegerse?