Un oso irrumpe en el hospital y una enfermera llora al ver lo que lleva en la boca

Al cabo de un rato, el veterinario abrió la puerta y les dio la bienvenida con una sonrisa. Les informó de que habían llegado justo a tiempo y que sus esfuerzos habían logrado salvar a los animales. Hana, sintiendo una mezcla de alivio y curiosidad, se volvió hacia el veterinario y le pidió una explicación.

Resultó que aquellos animales eran un raro cruce entre un perro salvaje y un oso. El veterinario no pudo determinar cómo habían acabado dentro del pozo ni por qué el oso había intentado ayudarles. Supuso que la osa había perdido recientemente a sus cachorros y que su instinto maternal se había transmitido a los extraños cachorros mestizos.