Curiosamente, a pesar de su extrema aversión a la limpieza, Amou Haji ha conseguido mantener su salud. Este fenómeno podría sugerir que su cuerpo se ha adaptado notablemente a su entorno, lo que posiblemente nos permita comprender mejor la resistencia humana.
Su estilo de vida, aunque no es recomendable desde el punto de vista médico, pone en tela de juicio algunos de nuestros prejuicios básicos sobre la salud y la higiene, y nos incita a reconsiderar los límites de las prácticas de bienestar convencionales.