La inesperada evaluación de emergencia de los Servicios de Protección de Menores hizo que fuera tan tarde que a Margaret le resultara imposible empezar a tiempo su turno de tarde. Temía que su jefe se enfadara mucho porque ya había cancelado su turno de mañana. Afortunadamente, los agentes estuvieron dispuestos a llamar a su jefe y explicarle la historia. Su jefe comprendió la situación y le dio todo el día libre.
Los padres del chico le regalaron a Margaret el ramo de flores más grande que jamás había visto.