En la interpretación de AI, Miguel Ángel desprende calidez, lo que sugiere un hombre que, aunque comprometido con su arte, también era generoso con su tiempo y su espíritu. Ofrece una visión moderna de un artista inmerso en actividades creativas, pero también accesible y basado en la realidad.
Esta recreación transforma una conocida estatua en una mujer de impactante belleza, retratando una mezcla de fuerza y gracia. Destaca la inspiración humana que hay detrás de un monumento que sigue siendo un faro de esperanza y libertad para el mundo.