Las casas de la gente quedaron destruidas; algunas familias no pudieron volver a ellas. Esta era una ciudad llena de vida y de gente; por desgracia, ya no es así. Mires donde mires, verás la devastación.
En 1986, la ciudad de Pripyat fue evacuada unos días después del incidente. Se dijo a la gente que lo dejara todo y saliera lo antes posible. La ciudad desierta sigue en pie, casi como si esperara el regreso de sus habitantes.