Está flotando entre Canadá y Nueva York, en la bahía de Alexandria. Esta casa ofrece la máxima intimidad, y quienes quieran visitarla pueden acceder a ella en barco. No está lejos de la costa, pero aún así sería un esfuerzo nadar hasta ella.
El agua desciende desde unos 1200 pies de altura y, gracias a las maravillas de la naturaleza, cae sobre un fondo brumoso. La temperatura del agua es gélida.