Era el único lugar que podía permitirse. ¿Podrías vivir dentro de un cobertizo?
Cuando piensas en un cobertizo, probablemente te imaginas un lugar para guardar herramientas de jardín, neumáticos y cosas que rara vez utilizas. Los cobertizos suelen ser fríos, húmedos y nada acogedores, ¿verdad? Pero, ¿y si te dijera que no tiene por qué ser así? Con un poco de creatividad, un cobertizo puede convertirse en mucho más que un almacén.
Y eso es exactamente lo que hizo Sarah, de 21 años. Cuando los tiempos se pusieron difíciles y tuvo que abandonar su casa, un viejo cobertizo era el único lugar a su alcance. A primera vista, no era lo ideal: frío, desordenado y nada acogedor. Pero con determinación y creatividad, transformó aquel espacio antes sombrío en un acogedor palacete. Ahora es un hogar lleno de calidez y personalidad.
Echa un vistazo a la increíble transformación que hizo para que el cobertizo se sintiera como un hogar en la página siguiente. Nunca volverás a ver los cobertizos de la misma manera.