Este anciano vive en un vagón de tren abandonado, ¡pero espere a ver su interior!

Al principio, era todo menos habitable en un principio, el vagón era de todo menos un lugar habitable. Hacía un frío que pelaba, estaba lleno de suciedad y olía a óxido y aceite. Pero como no tenía otra opción, se arremangó y se puso manos a la obra.

Comenzó por lo básico: sellar los huecos para evitar el frío y limpiar el desorden del interior. Pero no se detuvo ahí. Reutilizó piezas viejas del tren, usando vigas metálicas para crear estanterías y asientos de tren para construir una acogedora zona de descanso.

¿Y el exterior? También se renovó con una mano de pintura, unos escalones de madera y pequeñas luces solares, el viejo vagón empezó a parecer una casa de verdad. Pero la transformación más impresionante se produjo en el interior. En la página siguiente, verás lo increíble que ha quedado este vagón.