El viaje de Brianna en el mundo de la vida pequeña comenzó con un viejo autobús escolar y un gran sueño. Con mucho trabajo, agallas y su pasión por la vida diminuta y las aventuras al aire libre, transformó un vehículo corriente en una acogedora casa diminuta totalmente funcional, con el mejor plano de planta imaginable.
Lo primero que llama la atención de esta pequeña casa es el exterior rosa intenso del autobús. Brianna no recurrió a profesionales para este atrevido cambio de imagen. En su lugar, pasó semanas lijando, encintando y pintando cada centímetro ella misma. ¿El resultado? Un vibrante trabajo de pintura de bricolaje con código Barbie que sigue funcionando después de cuatro años. ¿Quieres ver el resto?