Respiración
Un ventilador mueve el mismo aire alrededor de la habitación, por lo que puedes pensar que la calidad del aire sigue siendo la misma. Sin embargo, este no es el caso. El movimiento del aire puede hacer que sea mucho más fácil respirar. Algunos estudios dicen que tener un ventilador encendido puede incluso prevenir el síndrome de muerte súbita infantil en un 72%. Además, los olores desagradables no permanecerán en tu habitación, lo cual es bueno si tú o tu pareja tienen gases…
Asma
El asma, las alergias y la sequedad en los ojos pueden empeorar si colocas un ventilador en tu habitación. El artefacto podría proporcionarte aire fresco, pero también sopla polen y polvo por toda tu habitación. Si duermes durante ocho horas, también estarás expuesto a este polen y polvo durante ocho horas. Esto no es exactamente saludable. Mark Reddick, asesor de sueño, le explicó a Metro UK que esto difiere en cada persona: “Para algunas personas, tener un ventilador de techo o de pedestal en la habitación les ayuda a quedarse dormidos y mantenerse frescos durante la noche. Para otros, puede mantenerlos despiertos, desencadenar ataques de asma o secarles los ojos”. ¿Eres sensible a estas cosas? Entonces es posible que desees dejar de usar el ventilador en la noche.
Ojos secos
Si tienes alergias, podrían empeorar porque el ventilador también mueve las partículas de polvo y el pelo de las mascotas. Esto puede hacer que tus ojos, nariz y garganta se irriten más rápidamente. Además, mantenerlo encendido también podría significar que te levantes con los ojos secos. El flujo de aire constante en tu habitación puede hacer que te despiertes sintiéndote un poco deshidratado. Por eso siempre debes poner tu ventilador en la posición más baja y no dejar que te sople directamente a la cara.
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Fuente: Metro | Imagen: Pixabay