Para muchos habitantes de Skid Row, la vida en la calle es una dura realidad. Pero un hombre decidió afrontar su situación con creatividad y determinación. Sin hogar pero con recursos, decidió que en lugar de dormir a la intemperie, sacaría lo mejor de lo que tenía. Con cajas de cartón desparramadas y pegamento, construyó una pequeña cabaña.
Desde fuera, puede parecer un montón de cajas, pero dentro hay un espacio cuidadosamente diseñado. Es algo más que un refugio: es un símbolo de resistencia e ingenio. A pesar de los humildes materiales, el espacio se ha transformado en un hogar con calidez y personalidad.
¿Quieres ver el interior? En la página siguiente hay fotos del dormitorio y del salón.