¿Qué hacer?
- Tritura dos bulbos de ajo enteros y colócalos en un tazón o balde.
- Hierve 1 litro de agua y viértelo sobre los ajos machacados. Déjalo reposar durante 20 minutos.
- Vierte con cuidado el agua en una botella rociadora (asegurándote de que el agua se haya enfriado lo suficiente).
- Rocía las plantas que están siendo devoradas por los caracoles con el agua de ajo y notarás que los caracoles comienzan a desaparecer. ¡Bonito y fácil!
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