¿Su visión? Una magnífica casa troglodita con paneles de cristal del suelo al techo que ofrecen vistas ininterrumpidas de la naturaleza salvaje de Utah. Y ahí está el truco: sin vigas de acero ni elementos estructurales modernos. Sólo roca, ingenio y un sueño hecho realidad. Para los amantes de la música, la cueva ofrece una sorpresa inesperada: una sala de improvisación hecha a medida con una acústica impresionante. Grant, un apasionado de la armónica y el canto, suele invitar a sus amigos a sesiones de rock que resuenan en las paredes de piedra natural de la cueva. ¿A quién no le gustaría?
No es sólo una casa, es una obra de arte, diseñada para fundirse a la perfección con la belleza bruta de la naturaleza. ¿Se atreverá a explorarla? La magia no se detiene en la arquitectura. La finca de Grant es un auténtico paraíso aislado.