El interior de la casa de Emma es cálido y acogedor, gracias a su revestimiento de madera. Las paredes y el techo están revestidos de madera clara, lo que confiere al espacio un ambiente natural y relajante. Parece más una cabaña que un camión.
La diminuta cocina es uno de los aspectos más destacados del diseño. Incluye una pequeña encimera, un hornillo portátil y estanterías para guardar platos y comida. Aunque es sencillo, Emma dice que tiene todo lo que necesita para preparar sus comidas.
Emma también ha añadido una cama alta que aprovecha al máximo el espacio vertical dentro del camión. Debajo de la cama hay un pequeño banco donde puede relajarse, y al lado una mesita para comer o trabajar. Cada mueble está cuidadosamente elegido para adaptarse al reducido espacio.
La experiencia de Emma demuestra que es posible crear un nuevo comienzo, incluso en una situación difícil. Su viaje nos recuerda que un hogar no es cuestión de tamaño, sino de aprovechar al máximo lo que se tiene.