Síntomas comunes pueden pasarse por alto fácilmente
Durante las fiestas, la carne es parte inequívoca de las celebraciones; cenando en Navidad o disfrutando de unos embutidos mientras esperamos la cuenta atrás para Año Nuevo. Pero para algunas personas, comer carne puede causar molestias físicas que pueden indicar un problema subyacente: la intolerancia a la carne.
Estreñimiento
Uno de los signos que indican una mala digestión de la carne es el estreñimiento. Ir al baño requerirá mucho más esfuerzo del que debería y es posible que experimentes dolor o incluso que te salgan hemorroides por empujar demasiado. Esto se debe a que la carne no contiene muchas fibras y las grasas que contienen son más difíciles de digerir para el cuerpo. Esto hace que comer carne pueda causar problemas al ir al baño y posiblemente algunos dolores estomacales y calambres incómodos.
Hambre
Sorprendentemente, el hambre también es un indicador de intolerancia a la carne. Si tienes mucha hambre, podría significar que tu cuerpo tiene un nivel bajo de azúcar en la sangre causado por un exceso de proteína (que se encuentra en la carne) y una deficiencia de carbohidratos. Cuando tu nivel de azúcar en la sangre es bajo, tu cuerpo produce serotonina, un neurotransmisor que provoca la sensación de hambre. Entonces, cuando tu cuerpo no puede manejar la carne como debería, tus niveles de serotonina pueden ser más altos, lo que hace que sientas hambre con más frecuencia.
Otros indicadores son:
- Tensión alta;
- Olor corporal fuerte a pesar de una higiene adecuada;
- Te enfermas con más frecuencia;
- Te cansas fácilmente y te sientes agotado;
- Náuseas.
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Fuente: Brightside | Imagen: Unsplash, José Ignacio Pompé