Un espesante natural para salsas
Uno de los secretos mejor guardados del agua de la pasta es su poder espesante. Los almidones liberados en el agua durante la ebullición la hacen perfecta para ligar y espesar salsas. Añadiendo un cucharón a la salsa, obtendrá una textura sedosa, propia de un restaurante, que permitirá que la salsa se adhiera perfectamente a la pasta. Es un truco fácil que transforma un plato sencillo en una comida exquisita.
Aumentar el sabor y la textura
El agua de la pasta ya está sazonada con sal, por lo que es una gran manera de añadir una profundidad sutil y sabrosa a las salsas, sopas o incluso salteados. Esto significa que puede infundir un poco de ese rico sabor salado en otros platos sin necesidad de condimentos adicionales. Además, el almidón ayuda a conseguir una textura más cremosa y completa en cualquier plato.
¿Por qué los cocineros llaman «oro líquido» al agua de la pasta? La respuesta es sencilla: es un ingrediente secreto para conseguir salsas perfectamente mezcladas con el mínimo esfuerzo. Con sólo guardar una pequeña cantidad, se crea una salsa cohesiva y sabrosa que se adhiere a cada fideo. Este truco de un solo paso puede elevar cualquier plato de pasta y es la razón por la que muchos chefs ni soñarían con tirar el agua de la pasta.