Arnold Schwarzenegger
Arnold Schwarzenegger es una verdadera historia de pobreza a riqueza. Emigró a Estados Unidos con nada más que sus enormes músculos y su fuerte acento austriaco. Pero eso no le impidió seguir persiguiendo sus sueños. Primero, se convirtió en un culturista de fama mundial, abriéndose paso hasta la cima de la industria. Pero no estaba satisfecho con ser un trozo de carne: Arnold quería más. Entonces, se dedicó a la actuación y se convirtió en una superestrella de Hollywood, protagonizando éxitos de taquilla como Terminator y Kindergarten Cop.
Pero incluso eso no fue suficiente para el ambicioso Arnold. Tenía la vista puesta en algo aún mayor: la gobernación de California. Y digamos que no «terminó» su carrera política a la ligera. Después de completar dos mandatos exitosos como el mandamás del Estado Dorado, Arnold demostró que, con trabajo duro, dedicación y un poco de «Hasta la vista, baby» cualquiera puede lograr sus sueños más salvajes.