Sentada en la bulliciosa comisaría, Mary se sintió mortificada por toda la experiencia. Ser detenida por primera vez a los 70 años no era algo de lo que sentirse orgullosa. Sin embargo, sintió cierto alivio al saber que su larga búsqueda de la verdad llegaba por fin a su fin.
En el sobre estaban los tan esperados resultados de las pruebas, que contenían respuestas a los misterios familiares. Mary esperaba algunas sorpresas, tal vez una sobrina o un sobrino, pero no estaba preparada para la revelación que estaba a punto de descubrir. El descubrimiento cambiaría todo lo que creía saber.
Mientras leía el informe, la incredulidad la abrumaba. Comprobó los resultados una y otra vez, pero la verdad distaba mucho de lo que había imaginado. Los recuerdos pasaron por su mente y Mary se dio cuenta de que durante los últimos 70 años había vivido una vida basada en mentiras y secretos ocultos.